En óptica, no basta solo con tener un buen lente; los tratamientos aplicados a la superficie del lente son los que marcan la diferencia en su rendimiento, durabilidad y comodidad. AR (Anti-Reflective, antirreflejante):Este tratamiento reduce los reflejos molestos en la superficie del lente, permitiendo que más luz útil pase a través del material. Impacto para el usuario Mejora la nitidez visual, especialmente en condiciones nocturnas o con luz artificial. Evita reflejos en fotos o videollamadas (más estético). Reduce la fatiga ocular, sobre todo en quienes trabajan frente a pantallas. ¿Por qué es tan importante combinarlos? Un lente FreeForm, por ejemplo, tiene un diseño óptico de altísima precisión, pero si no está protegido con TLX, se puede rayar fácilmente, y si no lleva AR, la calidad visual puede verse disminuida por reflejos molestos.En resumen: los tratamientos son lo que asegura que el usuario realmente aproveche al máximo la tecnología del lente. Si quieres, te puedo armar un cuadrito comparativo visual para añadir al blog. ¿Te interesa?